Autor del comentario
Luis Del Carpio-Orantes
Instituto Mexicano del Seguro Social, Veracruz, México
La esclerosis múltiple (EM) una enfermedad inflamatoria y autoinmunitaria del sistema nervioso sin una causa identificada, se sabe de factores de riesgo que la propician con la obesidad, tabaquismo, niveles bajos de vitamina D, asimismo factores predisponentes como ser caucásico, género femenino, radicar hacia regiones polares, infecciones víricas principalmente por virus Epstein Barr y herpes, entre otros. El presente estudio es de importancia ya que aborda patologías crónico degenerativas que afectan a nivel global, como las bien conocidas diabetes mellitus e hipertensión arterial sistémica, las cuales son una pandemia para la salud pública global debido a sus complicaciones crónicas, principalmente las de índole cardiovascular.
En el presente estudio Convay y colaboradores, estudiaron una cohorte de 2,083 pacientes con esclerosis múltiple desde el punto
de vista de comorbilidades, reportando que enfermedades crónicas clásicas como la diabetes, hipertensión y la neumopatia obstructiva crónica afectan el curso de la enfermedad, favoreciendo mayor disabilidad y depresión, sin embargo destaca que la dislipidemia, un gran factor de riesgo cardiovascular, no fue identificado de esta manera, comentando los autores que probablemente el consumo de estatinas en esta población, que tienen efecto inmunomodulador incluyendo inhibición de la migración de leucocitos a través de la barrera hemato-encefálica, puede actuar como un fenómeno en contra de la enfermedad y por ello, la dislipidemia no tuvo impacto negativo en el curso de la enfermedad. A este respecto existen estudios en los que se ha evaluado el uso de estatinas en esclerosis múltiple, resaltando su principal efecto benéfico en EM secundaria progresiva (Statin treatment in multiple sclerosis: a systematic review and meta-analysis, Pihl-Jensen et-al, CNS Drugs. 2015 Apr; 29(4):277-91. doi: 10.1007/s40263-015-0239-x).
Respecto del enfoque farmacológico, hay que recordar que estos pacientes con pluripatología metabólica-cardiovascular, que a menudo cumplen criterios para síndrome metabólico, emplean polifarmacia de la cual muchos fármacos, al igual que las estatinas tienen efecto pleiotrópicos e inmunomoduladores en menor o mayor medida y que podrían también influir en el curso de la enfermedad, a saber las biguanidas (metformina principalmente, ha demostrado mecanismos antiinflamatorios e inmunomoduladores), tiazolidinedionas (agonista de los receptores PPAR?, con efectos antinflamatorios e inmunomoduladores), antagonistas de los receptores de angiotensina II -ARA-II- (sonagonistas parciales de los receptores PPAR?, con efectos antiinflamatorio, inmunomodulador, antitrombótico, etc.).
Otro punto a resaltar es que todos los pacientes eran del tipo EM recurrente-remitente, que es el tipo más frecuente y afecta a más del 80% de los pacientes diagnosticados con esta enfermedad, caracterizándose por los brotes de agudización y remisión, no aclarándose en el estudio dicha situación, lo cual pudo influir en los resultados.
Finalmente el presente estudio tiene importancia en el contexto de las patologías que aborda que son comunes a nivel global como causales de mayor enfermedad, complicaciones y secuelas que en el contexto de la EM hacían suponer, ahora ya corroborado, que actuaban de una forma negativa cuando existían como comorbilidad en la EM, empeorando el pronóstico, favoreciendo disabilidad y recaídas, y agregando comorbilidad como los síndromes depresivos. La recomendación final es poner mayor énfasis en los pacientes portadores de EM que cursan además con enfermedades crónico degenerativas, siendo importante el manejo multidisciplinario.
Copyright © SIIC, 2020